Participación de los/las adolescentes como sujetos, haciendo suyos/as los procesos

Galdera_Ikurrak_Blogpost.
  • Iniciativa de Arantzazulab: Ecosistema de co-creación
  • Objetivo del blog post: Compartir los aprendizajes y preguntas surgidas en el experimento Galdera Ikurrak
  • Autores: Farapi y Medialab Tabakalera

 

Vivimos en un mundo adulto, construido desde la voz y la mirada de personas adultas. La infancia y la adolescencia se consideran fases preparatorias para la edad adulta, un periodo de transición, con derechos limitados, que se superarán a medida que aumenten la edad y se conviertan en ciudadanos de pleno derecho.

En el proyecto “Galdera ikurrak” (Interrogantes) hemos querido dar voz a los-as adolescentes, trayendo sus vivencias al centro del proceso. Planteamos que los-as adolescentes, de forma consciente, reflexionen en colectivo, trabajando creativamente desde sus experiencias y conocimientos, y creando un marco para que puedan dirigirse a las personas adultas como sujetos de pleno derecho, reivindicando su voz.

Para poder trabajar con adolescentes, Farapi y Medialab Tabakalera nos hemos puesto en contacto con escuelas y centros escolares. A pesar de que algunas escuelas consideraban interesante el proyecto y expresaban su voluntad de participar, querían que se incluyera en la programación para el curso siguiente, ya que en el momento actual tenían el curso totalmente cerrado a nuevas actividades o proyectos. Una vez iniciado el curso escolar es difícil para las escuelas entrar en un nuevo proyecto. También nos hemos puesto en contacto con grupos de tiempo libre y estructuras similares que trabajan con colectivos de jóvenes.

Una vez establecidos los grupos, ¿cómo abrir el camino para quienes son considerados “fuera” del mundo adulto?, ¿a través de procesos creados y dinamizados por los adultos? O, ¿qué necesitan las personas adolescentes para ser sujetos, para sentirse partícipes y hacer suyos los procesos participativos? En este proyecto, además de formar los grupos de adolescentes, fue fundamental trabajar dinámicas para favorecer la relación. ¿Cómo recorrer este camino? Farapi lleva años respondiendo a estas preguntas, reflexionando y avanzando de pregunta en pregunta a través de la práctica. MediaLab Tabakalera, en cambio, actúa como un servicio público que trabaja en el ámbito de la cultura, donde los-as adolescentes ocupan un lugar importante en el día a día, de forma natural y libre. En este proyecto contábamos con la experiencia y conocimientos de ambas organizaciones. A continuación queremos compartir algunas conclusiones de la experiencia de esta colaboración.

El trabajar en el marco de un proceso natural, es decir, cuando los-as jóvenes hacen suyas las formas y dinámicas empleadas, facilita que tengan una actitud abierta, y nos permite trabajar en profundidad sobre lo que realmente piensan. Las lógicas y normativas internas de algunos espacios e instituciones limitan esta forma de trabajar, a lo que se han sumado las restricciones ligadas al covid (limitación del contacto físico y del movimiento, uso de mascarillas, reducción de grupos), lo que ha influido de forma muy negativa.

A modo de ejemplo, hemos llevado comida o música a las sesiones del proyecto “Galdera ikurrak” (Interrogantes) para que los-as adolescentes se sintieran a gusto, y mientras hablaran, compartieran, usaran sus manos, reforzando de esta forma, el sentimiento de grupo. Creemos que estos elementos, más que desviarnos, nos centran, nos conectan más con el proceso y ayudan a construir bases más sólidas y realistas.

Además de divertirse, para los-as adolescentes el mero hecho de estar juntos es un objetivo. Desde el punto de vista de las personas adultas, esto no suele entenderse, y normalmente les pedimos que trabajen en algo productivo. Cuando dinamizamos procesos con adolescentes trabajamos el propio hecho de estar juntos-as y compartir el momento, así como el cuidado de las personas y del grupo como valores básicos. En este proyecto en el que hemos hablado de bienestar, varios-as adolescentes han expresado de forma reiterada vivir sensaciones de aislamiento, lo que nos ha llevado a priorizar, aún más, la dimensión grupal y la construcción de relaciones enriquecedoras.

Tanto la diversión como estos elementos ligados al cuidado grupal y relacional están al servicio del proyecto, y como dinamizadoras, nos corresponde canalizarlo. Porque a veces no es fácil encontrar un equilibrio entre pasarlo bien y conectar el proceso con el tema sobre el que gira el proyecto y la búsqueda del empoderamiento. En “Galdera ikurrak” (Interrogantes) para trabajar sobre el tema del bienestar, se han utilizado recursos creativos (fanzines, videojuegos, fotografía) y en algunos casos, el propio recurso se ha convertido más atractivo que el tema sobre el que trabajar (el uso del recurso, seguir aprendiendo a utilizarlo mejor, o el impulso creativo). En estos casos, hemos tenido que recordarles el marco del proyecto, cuidando el frágil equilibrio entre la libertad de experimentación y el cumplimiento de los objetivos del proyecto.

Ésto ocurrió de forma muy evidente con las personas que eligieron utilizar el recurso del videojuego: a pesar de haber reflexionado colectivamente sobre el bienestar y tener claro que en el videojuego tenían que incorporar elementos derivados de ello, al ponerse delante del ordenador se desviaron del tema y se inclinaron por otros elementos que les gustaban más. En estos momentos estaban motivados y concentrados con el proceso de aprendizaje de un nuevo recurso, así que nos resultó muy difícil que lo conectaran con los contenidos sobre los que habíamos reflexionado en torno al bienestar. Para la siguiente sesión cambiamos la dinámica de trabajo: primero les recordamos los temas trabajados colectivamente sobre el bienestar, reconectándolos con el proceso; después, nos reunimos con cada adolescente de forma individualizada, y aterrizamos la reflexión general con sus vivencias concretas, para después especificar cómo lo traería al videojuego, escribiendo en una lista los elementos concretos que incorporaría. De este modo, se consiguió que los temas ligados al bienestar se pudieran integrar en el trabajo de elaboración de los videojuegos.

También ocurre que cuando los-as adolescentes empiezan a definir sus motivaciones, chocan con valores y contradicciones internas de las personas adultas, lo que intentamos plantear como una oportunidad, en vez de un obstáculo, para el proceso. Para algunos-as adolescentes que han participado en el proyecto, los videojuegos pueden contribuir a  generar bienestar, pero hubo uno que puso encima de la mesa su miedo a la adicción a los videojuegos, y al aislamiento que su uso continuado puede generar. Como dinamizadoras, aprovechamos esta oportunidad para tratar el tema de los videojuegos con toda su complejidad.

Todo esto pone de manifiesto que para los-as adolescentes el proceso es tan importante, y en algunos casos incluso más, que el propio contenido. En los espacios de construcción colectiva, las personas adultas aceptamos las formas estandarizadas de hacer las cosas de las instituciones, dando mucha importancia al discurso y a la racionalidad. Los recursos lingüísticos y comunicativos que utilizamos suelen ser muy elaborados, lo que facilita la participación de algunos colectivos y sujetos y limita la de otros, como los adolescentes.

Por otro lado, las organizaciones creadas desde el mundo adulto (instituciones públicas, centros educativos) y los adolescentes tenemos ritmos diferentes, lo que puede generar tensiones en los procesos que dinamizamos. Si conseguimos motivar de verdad a un grupo de adolescentes sobre algo, preguntarán si pueden hacerlo mañana mismo, y esto no suele ser posible dentro de los flujos de trabajo de las instituciones.

Los miembros de Medialab Tabakalera y Farapi, como dinamizadores de “Galdera ikurrak” (Interrogantes) tenemos una actitud abierta y flexible, de forma que podemos conectar con las motivaciones de los-as adolescentes, favoreciendo la convivencia y el diálogo de los diferentes ritmos.